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Buenos Aires, Argentina
 
 
Sólo el delicado susurro que la mente repite, da cuenta de las angustias que alberga el pensamiento apresurado, superpuesto e inasible, que recorre los rincones y escondites de la propia vulnerabilidad.
Solo la propia experiencia es un hecho tan único e intransferible que se ahoga en si mismo y no puede compartirse.