Recorrer con cierto temor el blanco soporte, despliega un ser sensible y vulnerable, donde el lápiz deja su rastro delicado, pasando por estadíos diferentes, hasta que la creación se produce como un parto, y se va deslizando por túneles inconfesables hasta conformar una imagen cada vez mas heredera del propio inconsciente. Desde mi propia proyección puedo amar el resultado.
Retoque de caricias acromáticas permiten el justo contraste que imagino, hasta que el consciente dice basta.
El dibujar me permite procrear nuevas criaturas que construyen una gran familia que deleita.